Cerradura Eléctrica Portero Automático
Las clases de cerraduras de intercomunicación son:
Estas cerraduras de intercomunicación están diseñadas para postergar el ingreso no autorizado a una propiedad. Tienen un mecanismo que hace difícil la apertura de la puerta a través de la fuerza o la utilización de herramientas, ofreciendo de esta forma una mejor protección contra latrocinios y robos. Las cerraduras con delay de tiempo tienen la posibilidad de construirse con distintas materiales, como acero y aleaciones de zinc, y se usan de forma frecuente en inmuebles de extrema seguridad.
De qué manera marcha la cerradura del intercomunicador
Se usa ya hace bastante tiempo en bancos y en varias tiendas. En este modelo, la lengüeta y ciertas secciones internas son de acero y son increíblemente resistentes a impactos y apalancamientos. Su precio es considerablemente más alto, con lo que son extraños de conseguir en comunidades u áreas de trabajo, pero no, como hemos correcto, en ciertos bancos y entidades locales de extrema seguridad.
Como enseñamos en la sección primera de este producto, el badén es la parte que nos deja continuar pulsando el botón mientras que tiramos de la puerta, pero una vez pulsada la apertura el cerradero queda desbloqueado hasta el momento en que físicamente abrelo. En ocasiones las correderas de la cerradura tienen contrariedad para mover hacia dentro la pequeña parte que hace el retardo y no marcha apropiadamente. Exactamente el mismo inconveniente asimismo puede aparecer gracias a distintas desalineaciones de la puerta. Para esto se han creado cerraderos eléctricos con retardadores invisibles, que cambian su composición interna a fin de que no sea preciso mover nada hacia afuera. Al recibir energía, esta clase de gadgets automáticos continúan en la situación desbloqueada hasta el momento en que se abre físicamente la puerta. La cerradura no posee nada que mover (en verdad, externamente no existe nada que mover).
El intercomunicador no abre la puerta por el hecho de que el módulo está deficiente
Otro de los inconvenientes más frecuentes es que se rompe la salida de tensión del módulo electrónico, que es el cerebro del intercomunicador.
El vandalismo y la humedad a la que está expuesto el panel exterior tienen la posibilidad de ser la causa de esta clase de errores, con lo que es esencial que sean de calidad y tengan un acertado aislamiento.
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